a reforma de la Ley de Bases de Régimen Local eliminará la autonomía y la gestión de su patrimonio a más de 3.000 Juntas Vecinales (DIAGONAL)Endika Valbuena
“Para
poder apropiarse del territorio y del espacio común, también de los
recursos, lo que hace [el Gobierno] es acabar con la forma política que
se lo impide, en este caso el concejo, y en sentido más amplio con la
democracia”, explica Jesús Manuel Albarrán, portavoz de la Plataforma en Defensa de los Concejos de la Comarca de Omaña, en León.
Albarrán se refiere al anteproyecto de
la ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración
Local, aprobado por el Gobierno del PP el 15 de febrero y que se
encuentra ahora pendiente del informe del Consejo de Estado para su
aprobación final. El anteproyecto pretende suprimir la
personalidad jurídica de más de 3.750 entidades locales menores (que
reciben el nombre de juntas vecinales, concejos, barrios, parroquias o
pedanías) pueblos que cuentan con recursos propios y potestad para
administrarlos y ejercen democracia directa sobre estos
recursos. De este modo, quedarían agrupados en los ayuntamientos de los
que dependen y la gestión de sus bienes pasaría a ser administrada por
esos ayuntamientos, diputaciones y Comunidades autónomas.
Expolio de recursos
“Es lo mismo que le ocurre a una
comunidad indígena en el Perú cuando le expropian sus tierras para que
entre una multinacional canadiense a quedarse con sus recursos. Nos
sentimos solidarios con ellos, es lo mismo que quiere el Gobierno con la
nueva ley”, explica Albarrán.
En la actualidad, los recursos naturales
de los concejos “son propiedad, por igual, de sus vecinos y vecinas y
son ellos y ellas las que los gestionan y deciden cómo administrarlos. No existe democracia más pura que la de los concejos. Los
bienes comunales son anteriores al Estado moderno, al Estado
representativo. Estamos defendiendo la asamblea de vecinos y vecinas. Como
ellos y ellas tienen la última palabra sobre su patrimonio, son el
obstáculo para que el Gobierno pueda acceder a la gestión, o la
apropiación de ese patrimonio. Con la nueva ley se podrá privatizar la
gestión del agua, de los montes, de la caza... Ellos tienen su plan”,
subraya Albarrán.
Omaña cuenta con 75 juntas vecinales repartidas en cuatro ayuntamientos y sólo el municipio de Riello cuenta
con 39, “es el que más juntas vecinales tiene de todo el Estado
español, y es probable que de toda Europa”, afirma el portavoz de la
comarca de Omaña y señala que son “pueblos pequeños en las montañas y
valles con entre 30 y 50 vecinos censados, que en invierno pueden tener
cuatro o cinco casas abiertas”.
Jesús Manuel Albarrán participó el 5 y el 6 de abril en el encuentro estatal por la Autonomía de Nuestros Pueblos, donde se plantearon acciones informativas y de lucha contra “este golpe mortal al mundo rural”, como lo calificaron los representantes de más de medio centenar de comarcas. En el Estado español existen 3.720 juntas vecinales que desaparecerán si el anteproyecto de la ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local sale adelante. Castilla y León, con 2.257 juntas vecinales, será la comunidad autónoma más afectada por la supresión de estos pequeños pueblos, que perderán su autonomía y la gestión de un patrimonio de cientos de hectáreas de montes de gran riqueza ambiental y económica. Le sigue Cantabria con 534 concejos, Navarra (348), País Vasco (340), Cataluña (63), Andalucía (48) y Castilla-La Mancha (42), y el resto de comunidades con entre siete y un concejo. Desobediencia civil
“Es necesario desobedecer a este
Gobierno, que quiere quedarse con nuestros recursos y eliminar la
autonomía de nuestros pueblos”, señala Jerónimo Aguado, campesino deAmayuelas, Palencia, y portavoz de la Plataforma Rural. Aguado coincide con el resto de asistentes a las jornadas en la necesidad de llevar a
cabo actos informativos en los pueblos y
movilizarse contra esta ley. Los representantes vecinales acordaron
también acudir a los tribunales por la vía penal para denunciar esta
norma, ya que la Constitución en su artículo 140 dice que se “garantiza
la autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad jurídica
plena (...)”.
Por otra parte, Antonio Aguado de El Provencio, en Cuenca, agricultor ecológico de la comarca de La Mancha, señala que aunque
Castilla-La Mancha cuenta con menos pedanías, 42, “ya se está aplicando
el expolio de nuestros bienes comunales: los montes públicos. Somos
el laboratorio del Estado, sufrimos a [María Dolores de] Cospedal. En
los presupuestos de 2013 ya han incluido los 45 millones que pretenden
ganar este año con la venta de los montes, sin que, ni siquiera, entre
en vigor esta reforma de la ley de entidades locales”, apunta.
Un secretario de Ayuntamiento de un
municipio de Segovia presente en las jornadas va más allá: “¿Qué pasará
con los municipios de menos de 5.000 habitantes, que son la mayoría? El
objetivo del PP es suprimir los ayuntamientos, y como se lo impide la
Constitución, los van a vaciar de competencias. Quieren quedarse con los
servicios públicos: gestión del agua, alcantarillado, vías públicas y
alumbrado que gestionarán las diputaciones a través empresas privadas.
Adiós a la autonomía local. Negocio con lo público”, concluye.
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jueves, 9 de mayo de 2013
mas de los concejos
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