jueves, 18 de octubre de 2012




Las juntas vecinales que cumplan los objetivos de déficit no desaparecerán

La ley recogerá los mecanismos para evaluar el funcionamiento de estas entidades.

A. Domingo | redacción 18/10/2012. El presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Íñigo de la Serna, afirmó ayer que la reforma de la Administración Local no suprimirá las juntas vecinales si estas entidades cumplen con los objetivos del déficit que se establecerán para ellas, informó Efe.
Según De la Serna, se fijarán unos mecanismos de control financiero similares a los del resto de administraciones y «sólo se disolverán las que no cumplan con el déficit fijado». Así se lo ha comunicado el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas al presidente de la FEMP y alcalde de Santander, quien había planteado esta petición al ministro, Cristóbal Montoro. Además, explicó que el proyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local establecerá un período de evaluación para las Juntas Vecinales y se mantendrán aquellas que cumplan con la Ley de Estabilidad Presupuestaria y que presenten sus cuentas anuales.
El secretario de la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores, Carlos González-Antón, consideró anoche el anuncio como «una muy buena noticia para la provincia, en especial para las zonas rurales», aunque señaló la necesidad de conocer las condiciones que se impondrán a las juntas vecinales y concejos para su permanencia.
González-Antón defendió la necesidad de la unión de las entidades locales menores «ahora más que nunca, para defender ante el legislador estatal y ante el autonómico sus intereses y competencias» y apuntó que la federación provincial «será un instrumento esencial para defender la subsistencia de todas las juntas vecinales, ayudándolas a cumplir las condiciones marcadas».

 

 

Montoro no suprimirá las Juntas Vecinales que cumplan los controles financieros

Montoro comunica a Íñigo de la Serna que si cumplen el objetivo de déficit no desaparecerán y que el cambio se limitará a establecer mecanismos de control financiero similares a los del resto de administraciones.

La reforma de la Administración Local que prepara el Ministerio de Hacienda no suprimirá finalmente las juntas vecinales y pedanías, siempre y cuando éstas cumplan con los objetivos de déficit. La noticia se la ha comunicado personalmente el ministro Cristobal Montoro al presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el alcalde de Santander Íñigo de la Serna.
Éste asegura en una nota de prensa, que en vez de suprimir las entidades locales menores, la reforma establecerá mecanismos de control financiero similares a los del resto de administraciones y sólo se disolverán las que no cumplan con el déficit fijado. De la Serna había trasladado al propio ministerio la petición de que no se suprimieran las juntas vecinales después de que numerosas pedanías se manifestaran en contra de esta reforma.
El proyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local establecerá un período de evaluación para las Juntas Vecinales, y se mantendrán todas aquellas que cumplan con los requisitos fijados: que cumplan con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, y que presenten sus cuentas anuales, asegura el alcalde en nota de prensa.
De esta manera, resalta, se garantiza "el mantenimiento de unas estructuras sostenibles, que contribuyan a la cohesión social, garantizando al mismo tiempo que cumplen con las exigencias de control financiero que el Ministerio de Administraciones Públicas ya ha fijado para las comunidades autónomas y los ayuntamientos".
"Las Juntas Vecinales se tendrán que sumar al mismo proceso de rigor presupuestario que la sociedad exige hoy en día a todas las administraciones públicas", remarcó De la Serna, quien apuntó que "si todas las administraciones, tienen que cumplir, las entidades locales no pueden ser menos".
El alcalde había informado a la Federación de Municipios de Cantabria y a los representantes de las Juntas Vecinales del proceso de diálogo que se había abierto con el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas a este respecto.

lunes, 15 de octubre de 2012

en defensa de los pueblos y sus costumbres



La Asociación Cultural de Pendones Reino de León exhorta a la clase política a que no permita que se pierda un signo de los pueblos tan importante como el Pendón.

El futuro del icono más relevante del mundo rural, como lo es el pendón, está ligado a las próximas decisiones que se adopten sobre las Juntas Vecinales, "porque son mucho más que eso, porque velan por los pendones, las iglesias, las casas del pueblo, son el alma de nuestros pueblos". Es el pensamiento de Bernardo Gutiérrez, presidente de la Asociación Cultural de Pendones Reino de León que aglutina a 150 pueblos y a 1.700 personas.
Bernardo Gutiérrez advierte desde el primer comentario en esta entrevista que la asociación está totalmente desvinculada de cualquier nomenclatura política, pero a la vez es consciente de quién tiene en sus manos la decisión final.
Si desaparecen las juntas vecinales, y Bernardo Gutiérrez tampoco lo duda, buena parte de los pendones seguirían el camino por el que se perdieron la mitad de ellos tras la guerra civil. Antes los 1.215 pueblos de la provincia tenían cada uno el suyo, cada uno su estandarte, su pendón, aunque en la actualidad de los 600 que quedaron 200 de ellos están en un estado delicado, y por tanto quedan unos 350 o 400 a lo sumo en buen estado.
Desde la asociación se exhorta a todas las instituciones y partidos políticos a reflexionar algo que en sí es fácil "es fácil hacer desaparecer un pueblo" explica Bernardo, "pero con él desaparece nuestra historia, el vínculo que nos ha mantenido unido, el que permitiría al mundo rural mirar con cierto optimismo hacia el futuro. Pero insisto, es importante reflexionar antes de tomar una decisión de ese calibre".
Tierras del Pendón
Después de un tiempo de regresión en el que los pendones dejaron de desfilar hubo un punto de inflexión que permitió recuperar buena parte de los olvidados en las viejas sacristías o en las casas del pueblo e incluso los expuestos a la intemperie.
Ahora son las subvenciones oficiales y, sobre todo, las cuotas de los socios (15 euros por año y socio, salvo los menores de edad) las que sufragan un gasto que antaño se acometía con el dinero de la venta de una tierra, la tierra del pendón, pero el principal motor es la gente y la junta vecinal, que en algunos pueblos desiertos en invierno hacen que la vida recobre vigor en verano con muchas actividades con la gente que, en la mayoría de los casos, vuelve a su casa. También cuentan las aportaciones particulares; cuando no había tierra para vender se acudía a la caridad de los que más tenían.
Bernardo Gutiérrez recuerda en el capítulo de donaciones, al margen del sustento oficial, la colecta que organizó durante un mes el párroco del Monasterio de Carracedo para recuperar el ajado pendón del pueblo, que finalmente fue posible y ahora se muestra con orgullo.
La asociación decidió adquirir estatus jurídico, sin ánimo de lucro, tras el apoteósico éxito de los 42 pendones en evolución y las 1.500 personas que los acompañaban en la Plaza del Obradoiro, durante el Jacobeo 2004.
Desde hace algún tiempo han solicitado a la Junta de Castilla y León, sin respuesta, la declaración de los pendones como Bien de Interés Cultural, una forma de garantizar su continuidad ligada a los pueblos y a las gentes que los habitan.